"Un puñado de hombres con el pecho desnudo desarmaba el escenario donde había tocado una banda del..."

Un puñado de hombres con el pecho desnudo desarmaba el escenario donde había tocado una banda del pabellón vecino. Pepe y Richard incluso habían conseguido un grupo de bailarinas de afuera para el show, mujeres voluptuosas que impresionaron mucho al electorado. Mientras sonaba la música y las mujeres bailaban, Pepe iba de mesa en mesa, estrechando las manos de sus compañeros de Pabellón y sus familias —de visita—, pidiéndoles su voto. Así, después de todo, es como se ganan las elecciones, en prisión o en las calles.

- Lurigancho: el gobierno de los presos”, por Daniel Alarcón, en Revista Anfibia
Libros del K.O.
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