No nos engañemos, antes que editores hubiésemos querido ser corresponsales en un país extranjero (o un corresponsal guiri en España, ¡menudo pastel suculento!, explicarle lo que aquí ocurre a un oficinista de Manchester). Para quitarnos esa espina, hemos salido a la caza de algunos de nuestros mejores corresponsales para que nos cuenten lo que ocurre ahí fuera, desde Moscú a Atenas, pasando por Jerusalén o Misrata.
Historias de Baluchistán «Baluchistán», «Beluchistán», «el Beluchistán», elijan ustedes, no había sido más que un eco lejano del Gran Juego entre rusos y británicos, poco más que...