Algunas lecturas buenas (2014)

Acuciados por la listamanía de fin de año y fin de ciclo y comienzo de cosmos, hemos pedido a nuestros autores que nos recomienden una pieza periodística de 2014. Unos han respondido, otro no. Unos recomiendan libros, otros blogs. Unos reivindican la felicidad de la lectura y la nostalgia, otros la noticia dura que te golpea en la cara, otros la microhistoria que ilumina un mundo. No tenemos la disciplina ni disponemos de los protocolos para elaborar una lista de “lo mejor” de algo, y menos de un material tan inflamable e infinito como lo es “el periodismo”. Hacerlo sería una temeridad, qué se yo, como si las subvenciones de libros dependieran de un hermético oráculo del ministerio de Cultura.

Feliz años, malditos 

- El Horror antes de las decapitaciones, (Rukmini Callimachi en The New York Times).

Recomendado por Nacho Carretero: “The horror before the beheadings nos habla de quiénes están secuestrados por EI, qué padecen, qué piensan, cómo es el día a día… Desmitifica el tema y lo baja al barro de la realidad para que os salpique sin dobleces. Lo lees y lo comprendes, interiorizas la gravedad, la dimensión, la barbaridad de lo que está ocurriendo. “Podría ser yo, podría ser un amigo, cómo lo llevaría yo, qué haría yo….”. Y te traslada. Y te afecta. Y te sirve. Y después, cuando vuelves al consumo de noticias rápidas, asimilas lo que te cuentan como si te hubieran quitado lastre del entendimiento, con otra sensiblidad. Comprendes los matices y los conectas entre sí haciendo que lo que antes era una ficción que no te incumbe, sea ahora una historia cercana que te golpea. Ese es el mérito de piezas así. Ese periodismo lento y cuidado que da un respiro y pone tantas cosas en su sitio. Incluidas nuestras conciencias. 

- The story of a Civil War-era tree (Mary Pols en Maine Sunday Telegram)

 Recomendado por Marco Avilés: “Es la historia de un árbol de manzanas que tiene más de 150 años, de una variedad en extinción acá en Maine, donde estoy pasando unos meses, en el extremo noreste de USA. Para más referencia, es la tierra de Stephen King. La historia la leí en el Maine Sunday Telegram, un periódico que sigo siempre. Me gustó tanto que escribí una pequeña nota en mi blog: Más allá de su extensión (3 sábanas + una continuación), me pareció una historia hermosa sobre un ser invisible. ¿Un árbol en un estacionamiento puede dar para tantas páginas? Pero además creo que es una declaración de principios de lo que el periodismo puede hacer en esta era de confusión y culto a lo veloz/idiota. 

Contar historias sin miedo. Contar historias que emocionen a los lectores.

- Goliath (Max Blumenthal).

Recomendado por Eugenio García Gascón: “ofrece una visión muy cercana a los interesantes procesos que está viviendo Israel desde el punto de vista religioso y nacionalista. Blumenthal aborda temas que muy raramente se ven en los medios de comunicación occidentales”.

- El fútbol, esa gran estafa (Gregorio Morán en La Vanguardia)

Recomendado por José Lobo, sevillista yonki de pocas palabras.

- Crónicas Negras. Desde una región que no cuenta (Aguilar)

Recomendado por Alberto Arce (que enero publicará con nosoros Novato en nota roja, corresponsal en Tegucigalpa) "Están escritas desde América Central por un puñado de reporteros que está reinventando la crónica periodística de largo aliento. Tratando de que la sangre de la región más violenta del mundo no nuble los motivos que la vierten. explicándonos que es una pandilla, qué es una cárcel, que es un policía corrupto y cómo funcionan los estados fallidos que nadie quiere nombrar como fallidos. La crónica Yo violada, de Roberto Valencia, comienza así:  “A Magaly Peña la violaron no menos de 15 pandilleros durante más de tres horas. Pero eso quizá sea lo menos importante de esta historia”.

- Levántate y canta: la partita de pallone (Sergio Cortina en Písalo)

Recomendado por Antonio Agredano: “El antídoto de Jot Down. Decir mucho, muchísimo, con poco. Un blog de referencia y un artículo que lo explica todo. El pasado del fútbol, su presente inclasificable y un futuro que ojalá no llegue nunca”.

- El Hambre, Martín Caparrós (publicación prevista para febrero de 2015)

Recomendado por Álex Ayala: “Se trata de una obra que apela a nuestras conciencias y que no sólo menciona hambrunas y crisis alimentarias. Caparrós toca muchos temas: nos habla de la concentración de la riqueza, de los hilos y las políticas que mueven el mundo, de historia. Nos abre las puertas a lugares que casi nunca aparecen en los telediarios. Y lo hace con su estilo único y desenfadado”

- Historias de recreativos: El gitano del RoboCop.

 Recomendado, de aquella manera, por Enrique Ballester: “Pensando en lo mejor que he leído en 2014, recordaba aquel artículo de Jabois sobre las putas brasileñas del Mundial, que consiguió algo glorioso: que te paguen por ir a un burdel. También el de Enric sobre el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, porque es bonito que aún paguen a alguien por viajar y escribir un reportaje como Dios manda. También opté por repasar revistas favoritas y libros leídos, que no ha ido mal el año, o la ya mítica entrevista de Álvaro Corazón Rural en Jot Down a Joe Arlauckas. Pero nada, al final me decanto por la casquería más chunga. No sé quién es el autor ni muy bien de qué va el blog en cuestión, pero me hizo reír y es lo que importa. Recreativos, nostalgia, gitanos y lecciones de vida.

- Escriure (Ramón Besa en El País de Catalunya)

Recomendado por Eduardo Rodrigálvarez: “He aquí mi rareza de 2014. Razón: Es lo mejor que he leído sobre el papel de la escritura en el periodismo. Crítico, cítrico, sencillo, honesto, valiente y claro. O sea, lo más alejado del periodismo actual”.

P.D: podéis continuar la lista en twitter #AlgunasLecturasBuenas


Kike Valdenebro
Kike Valdenebro

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